Al momento nació un amor incondicional, se apoyó sobre mi pecho y se puso a dormir plácidamente mientras éste cavernícola descubría sensaciones nuevas, sentimientos nunca antes conocidos. Nuestra primera noche en vela-sueño, vela de Papá y sueño de Saúl, esa piel con piel inolvidable.
El Pequeño Cavernícola ha sacado más genes de la Mamá Moderna que de su Papá, exceptuando las ojeras y a día de hoy la naricilla en poco más se me parece físicamente.
Tras este primer año puedo afirmar que tiene muy mal genio, es muy cabezota, es muy dormilón y desde los 7 meses aproximadamente duerme solito en su cuna y su cuarto, aunque a veces le cuesta coger el sueño sobretodo a la hora de las siestas. Es vaguete aunque es muy bueno. Le gusta abrazar y besar aunque cuando hay gente delante no suele hacer nada más que observar descaradamente, es muy cotilla.
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